foto_15Muchos atraídos, otros asombrados y pocos con temor, los niños recorren la granja de cocodrilos ubicada en el valle de Culiacán, durante las excursiones ecológicas promovidas por el Centro de Ciencias de Sinaloa.

 Tres días a la semana se llevan a cabo visitas a ese criadero, así como a la laguna de Chiricahueto, hábitat natural de la especie, como parte del programa de educación ambiental “Conociendo y cuidando al cocodrilo” que la institución lleva a cabo desde 1998.

Guiados por el biólogo Omar Bermejo Torres, de la coordinación de Formación Educativa del Centro de Ciencias de Sinaloa, los niños recorren la granja habitada por 31 mil cocodrilos: reproductores, juveniles y crías, para conocer las características de estos reptiles, sus formas de vida y de reproducción, y la importancia de su cuidado para fines comerciales.

 Mientras visitan los acuaterrarios, las casetas de ambiente controlado y la enfermería, de manera sencilla Omar Bermejo les habla acerca de estos animales primitivos, con instinto cazador, que llegan a medir hasta cinco metros y que se alimentan de peces, aves y pequeños animales que cazan en el agua o en las orillas de ríos, lagunas y pantanos. En etapa reproductiva llegan a poner hasta 40 huevos en la temporada de comprendida de junio a julio y después de 70 días de incubación inician los nacimientos.

Ahí les explica que los cocodrilos son animales anfibios, ovíparos, y necesitan una zona de tierra firme y una parte acuática. Son reptiles, de sangre fría y tienen el cuerpo provisto de escamas y duras placas córneas. Los cocodrilos más grandes miden seis metros, pesan mil kilogramos y llegan hasta los 50 años de vida.

 Al final del recorrido, y con las precauciones debidas, en la enfermería del lugar los niños pueden tocar a los cocodrilos, especie amenazada por la extinción debido al amplio mercado de productos obtenidos de su piel.

 En esta granja, ubicada desde 1990 en las inmediaciones del valle de Culiacán, han nacido 99 mil cocodrilos, de los cuales el diez por ciento ha sido donado a SEMARNAT para repoblar la especie moreletti en el golfo de México, según lo informó Patricia Arredondo Ramos, bióloga de Cocomex.

 Además, en esas instalaciones se crían a los cocodrilos acutus que nacen de los huevos recolectados en la laguna de Chiricahueto por estudiantes de la Escuela de Biología de la UAS y que posteriormente son liberados en su hábitat natural por los niños que participan en el programa “Conociendo y cuidando al cocodrilo”.

 Consciente de la necesidad de preservar el medio ambiente y de contribuir con la sociedad en el fomento de una cultura ecológica, el Centro de Ciencias de Sinaloa desarrolla con éxito su Programa de Educación Ambiental para brindar a niños y jóvenes conocimiento y acciones que conlleven a la conservación del cocodrilo, tortuga marina e iguana verde.

 foto_32